sábado, 31 de marzo de 2012

Los bueyes de María


La ciencia, la propia historia, se escribe muchas veces a golpe de hechos no intencionados, incluso, a veces, ni siquiera imaginados. Y son muchas veces estos acontecimientos fortuitos los que pueden convertirse en determinantes. Son muchas las anécdotas sobre las casualidades que han devenido en algunos de los hallazgos más importantes de la historia de la ciencia. Y uno de esos hechos accidentales estuvo protagonizado por una pequeña niña de apenas nueve años.

Corría por entonces el año 1875. Cerca de Santillana del Mar, Modesto Cubillas había perdido de vista a su perro durante una partida de caza. Buscándolo, encontró la entrada a una gruta. Informó inmediatamente a Marcelino Sanz de Sautuola, un acaudalado hombre de negocios que residía en la vecina localidad de Puente de San Miguel. Gran aficionado a la ciencia arqueológica, sentía especial pasión por la Prehistoria, ciencia todavía en pañales en aquellos momentos y sujeta a duros ataques de aquellos que consideraban atroz y enfermizo cualquier cosa que sonase mínimamente a evolucionismo.

Durante la excavación de Altamira, María, con la poca edad ya comentada, acompañó a su padre. Fue entonces cuando surge aquella famosa frase, casi ya hoy famosa de “Papá, mira: bueyes”. Dejemos que la frase no se desvirtúe por la leyenda y tomemos en consideración las recientes palabras del actual director del Museo de Altamira, José Antonio Lasheras. En una entrada publicada el pasado día 26 de marzo en el Blog de este museo, el director afirmaba que en conversación telefónica Emilio Botín San de Sautuola, antiguo presidente del Banco de Santander, había afirmado rotundamente que la frase era ésta y no otras que transformaban mágicamente a los bueyes en toros.

Una niña, sin saberlo, acababa de hacer uno de los mayores descubrimientos para la ciencia: el arte paleolítico. Sin embargo, este motivo de alegría pronto se convirtió en un gran quebradero de cabeza para su padre. Inmediatamente su descubrimiento fue puesto en duda y rechazado. Los prehistoriadores franceses lo atribuían a una farsa ideada por los clérigos fundamentalistas españoles para intentar acabar con las modernas teorías evolucionistas. Por otra parte, no podían aceptar que España pudiese disfrutar de semejante tesoro.

Los franceses sólo aceptaron la evidencia cuando se descubrieron otras estaciones con arte paleolítico en su país. En ese momento, debieron aceptar los hechos y reconocer su error ante Sanz de Sautuola. Cartailhac, a la cabeza de los incrédulos prehistoriadores franceses, se vio obligado a publicar un artículo en 1902 que bajo el título La cueva de Altamira. Mea culpa de un escéptico, reconocía el error en que habían incurrido. Hecho simbólico, ya que Marcelino Sanz de Sautuola había muerto en 1880. De nuevo, su hija María jugó un papel fundamental, al recibir el reconocimiento científico internacional de la autenticidad del arte paleolítico.

Luis Pérez Armiño

jueves, 29 de marzo de 2012

La guarida de Efialtes


Los recuerdos de las malas acciones perduran eternamente. Tan solo el tiempo tiene la potestad de ejercer como atenuante al dolor, pero no es suficientemente poderoso para borrarlo de la memoria, porque la maldad, el saberse perverso sin querer serlo, se grava a fuego en la conciencia. Huir del dolor nunca fue bueno y conlleva a cometer el mismo error una y otra vez, hasta que de repente deja de doler. Pero en ese momento el mal se apodera de uno para siempre. Se vivirá sin dolor pero se estará poseido por él.

He caminado durante tantos días que ya no recuerdo cuando salí. Lo peor de todo es que no se a donde voy, simplemente camino alejándome de mi dolor. Pero éste marcha al mismo ritmo, sin desfallecer, cercano a mí, mostrándose a su antojo y recordándome porque camino. Yo le he declarado la guerra, pero cuanto más grande es mi rabia, más parece amarme él.

Nunca traiciones tus ideas, nunca te falles a ti mismo, porque créeme que no hay perdón más valioso que el que tú mismo te otorgas. El resto de las dispensas tienen mayor o menor importancia, dependiendo del vínculo que tú hayas creado con el que te lo otorga. Pero recuerda bien, por encima de cualquier beneplácito externo tiene que estar el tuyo, pues llegado el momento irás solo en la barca del viejo Caronte a visitar a Hades.

Así le comentaba Efialtes, el apátrida, a un joven sediento de venganza y a punto de cometer una locura, que pagaría con desdicha el resto de su vida. Mientras hablaba, una lágrima le recorría la cara y pensaba en su eterno camino, buscando el perdón a un agravio que no supo enfrentar y sufriendo el cruel ostracismo.


miércoles, 28 de marzo de 2012

¡Que viene Mariano con las rebajas!


Ayer, don Mariano nos anunció a todos los españoles que las cuentas del 2012 no repercutirán en el consumo, dicho de otra manera, no tiene previsto, o eso dice, subir los impuestos. Yo me hecho a temblar, la última que dijo eso…  A ver si por una vez aboga por la sinceridad y se asoma a la realidad del pueblo que gobierna, cuya situación no da más de sí.

En tres meses nos ha aplicado una serie de reformas que él considera que son beneficiosas para la mayoría y sin embargo se ha convocado una huelga general. Este hombre pasará a la historia, en tan solo tres meses, como Mariano, el de las reformas de saldo. Pues don Mariano, sepa usted que su flagrante paquete de medidas no se hace sentir, es más, ha empeorado la situación. Se ha debido pensar que somos unos depravados y a mal garrotazo buena cara.

También nos ha explicado usted que respeta el derecho a la huelga del 29-M, pero que esta medida no va a servir para solucionar el problema de España. Lo que yo entiendo como que esto es lo que hay y si no te gusta te aguantas. ¿No piensa usted pararse a hablar con los trabajadores? Ya sabemos que apoya al pudiente, pero acuérdese de aquellos que le sentaron donde está ahora, que son la mayoría de los españoles que votaron, el pueblo llano, ese que no tiene trabajo. En lugar de eso ha vendido vilmente a los que todavía trabajan, que ahora puede ser despedidos con total impunidad.

Dice usted que ha hecho tantas reformas que es normal que la gente se moleste. Yo hasta ahora no he oído la menor queja de los empresarios, es más, están encantados con las reformas que se han acometido en pro de la mayoría, que es el trabajador ¿Cómo puede ser que se hagan reformas para beneficiar a la mayoría, el trabajador, y sean aplaudidas por los empresarios?, suena grotesco.

Nada más que decir, siga usted por ese camino, total sus adversarios tampoco son mejores. Cuando ya no quede más cara para recibir sus convenientes y “reformeras ostias”, a ver quien le va a pagar el sueldo. Bueno, incluso en eso tendrá suerte, alguno de los empresarios que hoy se frotan las manos por la reforma laboral se apiadará de usted. Eso sí, ya pueden los empresarios buscar mercados en el extranjero, porque aquí nadie podrá comprar sus productos.

Como veo que tiene porte de rey e incluso le confunden con uno, ya le intitulo yo: Mariano I “El Reformero”

Nota para los que utilizan el traductor: Reformero es un palabro de corte despectivo que pretende ser sinónimo de reformador.


martes, 27 de marzo de 2012

Llegaron los rayos


-Vendrán las noches de tormentas, cuando termine este día de sol- Así lo ordenó Zeus, decepcionado con el ser humano, al que había dado todo su cariño y del que ahora se sentía traicionado. Nunca hubiese imaginado que se pagara con desprecio su amor. Era el momento de que el orgulloso humano supiese lo que era la furia divina ¿Cómo osaban retarle de esta forma?

Mientras los hombres, en su condición de ignaros, obviaban la ira de Zeus y seguían con sus despropósitos, como anhelando, sin saberlo ni quererlo, el mal que les estaba por venir. Ellos fueron los bendecidos, aquellos en los que Zeus deposito su cariño y su confianza. Pero la naturaleza humana es ruin y más cuando se unen para confabular. Lo tenían todo y aun así pidieron más, y más, y tomaron lo que no les pertenecía y se apropiaron de lo que no debían. Incluso un padre, en su amor eterno, debe de poner límite.   

El caos reinó en los días sucesivos. Zeus extendió un manto para proteger a aquellos que consideró que debían ser salvados, el resto sucumbió al castigo. Muchos se dieron cuenta, con la llegada de la oscuridad, de lo frágiles que eran. Habían jugado a ser dioses, pero no hay dios sin divinidad y ahora, con tardío arrepentimiento, unos pocos pedían clemencia, tarde ya para los lamentos, pues la decisión estaba tomada. Pero la gran mayoría se preguntaba indignada por la naturaleza de tal inquina, mientras Atropos, la mayor de las parcas, bailaba la tijera con la agilidad que da la experiencia.  

Zeus, no sin cierto sentimiento de sufrimiento, estregó a Hades a todos aquellos que un día había amado. Comenzaban las duras jornadas de trabajo para Caronte. El barquero cruzaba una y otra vez el Aqueronte, maldiciendo a Zeus por haberle castigado a él también y sin acólito que le auxiliara, remaba y remaba.

Los hombres que obtuvieron el perdón de Zeus, aterrados ante la posibilidad de una nueva visita del dios, se entregaron al humilde sometimiento y así vivieron varios años. Pero Cronos intervino para adormecer la culpabilidad del hombre y devolverle su naturaleza y con ello lo encumbró de nuevo a su máxima, ansiar lo que no puede conseguir ni le corresponde. Pues está en la condición humana no aprender de los errores cuando entra por medio un ego mayor del que se puede sostener

No hay desgracia más grande que lo juzguen a uno de malvado, además le atribuyan la envidia y se lo adornen con la ignorancia.

lunes, 26 de marzo de 2012

El rencuentro con Bato


Triste vida de un insignificante ser,
sin oficio ni beneficio, y muy desdichado,
que quiso la casualidad ponerle en el lugar
y en el momento menos adecuado

Allí observó un crimen, fruto de una discusión convertida
en un concierto de improperios, mamporros y puñaladas,
vinculándose, por inoportuno, al terrible acto homicida

Poco acostumbrado a este tipo de visiones balbuceó,
los nervios la habían traicionado y allí mismo se delató.
El novicio asesino, con los ánimos ya calmados tras el delito,
se percató de su presencia y con sosiego, hacia él se dirigió

Cara a cara al “hombrecillo”, con la más sincera intención
de no aportar más sangre al asunto, allí mismo pactó su delito,
con la posibilidad de comprar el silencio y hallar una solución
con una cuantiosa cantidad de dinero, o sino darse por proscrito

Tentado por la avaricia dio tranquilidad al sobornador,
pensando muy poco en la gravedad del asunto,  
se acogió al unto y prometió total y absoluta discreción

Macabro pacto que dejaba al asesinado sin justicia,
indemne al asesino y enriquecido al ambicioso.
Con ello cerraron capítulo y consumaron su inmundicia,
se selló como sacro un pacto poco honroso

Concluido el asunto, pasó algún día
hasta que el cadáver fue hallado,
comenzando una investigación
que llevó a casa del sobornado

En medio del interrogatorio se habló de recompensa al chivato,
lo que animó a cantar al sujeto a cambio de peculio y anonimato.
Halló como poco lo que el asesino, por su silencio, le había dado
y decidió el muy avariento aumentar fortuna con otro acto villano

En la morada del asesino, hombre bien posicionado,
se filtraron las noticias de su arresto inmediato.
Cogiese lo que pudo y partió como alma que lleva el diablo,
pues lo de darse preso no lo había valorado

A medio camino decidió hacer un alto,
para que el “hombrecillo” le explicara
la razón de que le estuvieran buscando

Escucho con sosiego sus palabras,
más no hallando sentido al acto,
sacó un cuchillo y le dio muerte,
sumando un segundo asesinato

Tanto dinero tenía...,
que no pudo disfrutarlo, 
más le valía ser pobre,
pero "vivito y coleando"

Del asesino nada más se supo,
en algún lugar estará refugiado,
no todo en la vida es justo,
¿por qué lo iba a ser este relato?

La moraleja queda bien clara,
mas, al que no se haya percatado,
la avaricia no es nada buena,
como tampoco lo es el engaño


sábado, 24 de marzo de 2012

El hombre de Piltdown


Tan dados como somos a la conmemoración de acontecimientos de desigual relevancia cultural, durante este año 2012 se cumplen cien años de uno de los mayores fraudes en la historia de la ciencia: el “descubrimiento” del Eoanthropus dawsoni, eslabón perdido en la evolución humana según sus “descubridores – hacedores”: un abogado aficionado a la arqueología, Charles Dawson; el paleontólogo Arthur Smith Woodward, del departamento de Historia Natural del Museo Británico; y Teilhard de Chardin, también paleontólogo aunque de origen francés, curiosamente jesuita.

Monolito que recuerda el lugar donde se “descubrieron” los restos del hombre de Piltdown
Autor: Nick Woolley
El fósil fue datado con una antigüedad de medio millón de años. En 1912 Inglaterra podía afirmar con orgullo ser la cuna del antecesor directo del hombre moderno. En esas curiosas equivalencias de reminiscencias victorianas, este “primer hombre moderno casualmente inglés” justificaba la expansión del Imperio británico y la superioridad de la raza blanca. Hoy es evidente que la única equivalencia posible es precisamente “racismo – fraude”.

El engaño era burdo: a un cráneo humano de época medieval se le unió una mandíbula de orangután –retocada para ofrecer cierto aspecto de venerable “antigüedad”- con los dientes limados. Teóricamente, este raro fósil apareció en Piltdown, localidad del condado de Sussex, en Inglaterra. Junto a estos restos se recuperó industria lítica. Hoy, sin embargo, queda todavía por saber quién fue el responsable último de la estafa.

Dawson es el principal sospechoso. No sólo consiguió convencer de su fraude a la comunidad científica. De hecho, marcó la línea de investigaciones paleontológicas hasta que en 1953 se desechó la autenticidad del hombre de Piltdown. Pero nadie se había percatado de un curioso hecho: tras su muerte en 1916 no volvieron a aparecer restos de tal magnitud en Piltdown, como destaca el investigador Joe Nickell para el diario El País (edición digital del 6 de enero de 2008).

Teilhard de Chardin también fue sospechoso del fraude. Las teorías de la evolución formuladas por Darwin se alzaban amenazadoras contra los intereses de la fe. Y el hombre de Piltdown podría haber puesto punto y final a tan agria polémica al lograr crear una nueva corriente conciliadora de ambas tendencias. La implicación de Teilhard de Chardin podría suponer un indicio sobre el protagonismo de la conspiración eclesial en el fraude. Otras teorías llegan a afirmar que todo el asunto no sería más que una broma de un joven Teilhard de Chardin que se le fue de las manos.

El hombre de Piltdown
Autor: Trish acero

Por último, Woodward era un científico deseoso de un rápido reconocimiento académico. Francisco Anguita, para el mismo artículo de El País citado más arriba, hace referencia a los científicos sin escrúpulos deseosos de reconocimiento y, por lo tanto, de más ayudas económicas. Sin embargo, Woodward parece que no destaca tanto la importancia de los hallazgos de Piltdown en el conjunto de sus investigaciones.

Por el momento, todo son conjeturas. Quizá nunca seamos capaces de conocer quién fue el responsable de uno de los mayores fraudes científicos del siglo XX. Puede que sea necesario un Sherlock Holmes que señale al culpable. Por cierto: se llegó a creer que el responsable último del engaño fue el genial Conan Doyle.

Luis Pérez Armiño


jueves, 22 de marzo de 2012

El ostracismo de Caronte, el origen


Me han preguntado varias veces sobre el origen del blog, es decir, ¿qué quiere decir “El ostracismo de Caronte”? y ¿por qué el ostracismo de Caronte? Bien, como ya sois un nutrido grupo de lectores, los que seguís el blog, aunque a mí siempre me pareceréis pocos, considero que ha llegado el momento de desvelar los orígenes del blog y el porqué de su naturaleza. El Ostracismo de Caronte nace con la convergencia de dos aspectos que ocupan apartados muy especiales de mi vida y que recorren el mismo camino, el profesional y, llamémosle así, el espiritual... Vamos a ir por partes.

En lo concerniente al ámbito profesional, pues que deciros. Siempre, desde muy pequeño, he encontrado en la lectura y en la escritura una vía de escape, un mundo mágico de ideas y de inspiración, que arengaba mi imaginación, llegando a ser tan fuerte que me creaba universos paralelos. Lo cierto es que todo el mundo tiene derecho a ser feliz y no hallaría mayor felicidad que poder vivir haciendo lo que más me gusta, escribir. Hasta hace poco, había trabajado de redactor publicitario, elaborando guías de turismo, documentando páginas web de historia, arte y cultura, guiones de vídeos, etc. En ese momento decidí dar un impulso a mis propios trabajos. El ostracismo de Caronte empieza a cobrar vida con la posibilidad de hacerme conocer antes de publicar nada, es decir, que aquel que comprara mis libros, supiese lo que estaba comprando.

La otra razón que configura El ostracismo de Caronte, se descubre con un motivo más romántico. Esa inquietud, que “arrastro” desde pequeño, de poder transmitir mis sentimientos que estalla por condensación de ideas. Es el momento de desvelar mis sueños, mis emociones, y ¡porque no!, mis frustraciones y mi rabia contenida y me dejo llevar, porque estoy convencido que hay una “inmensa minoría” que percibe la realidad como lo hago yo. La idea de expresarme con libertad encuentra en internet el mejor aliado, capaz de transportar mis ideas por todo el mundo, y no hablo en vano, pues el treinta por ciento de mis lectores son norteamericanos.

Con todo esto, pasamos al último punto de vuestras inquietudes, ¿por qué El ostracismo de Caronte? Consideremos que el ser humano tiene una intención divina, que llega a extralimitar su capacidad. Es decir, no hay nada más natural que la muerte y, aunque no nos guste, hemos de aceptarlo. No somos capaces de entender nuestro destino y luchamos fervientemente contra ello. Pero lo peor de todo es esa intensidad que vertemos en el destino final y que no nos deja disfrutar de lo que actualmente tenemos. Es como si imaginásemos que no podemos tener el mismo fin que los otros seres inferiores, la muerte final. Añadimos alicientes, dioses, a nuestra vida, atacamos la naturaleza con la ciencia y no nos damos cuenta que con ello precipitamos nuestro destino. Cuanto más alejamos a Caronte de nuestro lado con más fuerza le llamamos en nuestro futuro. En definitiva, condenar lo inevitable al ostracismo no está en la mano del humano, lo puede retardar, pero…

Con este punto de vista desarrollé un blog sin condiciones ni tapujos. Escribía sobre una frágil base que era lo que me parecía. No he definido el blog, ni espero hacerlo. Los temas concretos los encontrareis en los libros que espero publicar. En este devenir me encontré con Luis Pérez Armiño, gran amigo mio y un enorme comunicador como habéis podido ver. Decidió colaborar conmigo y poco más os puedo decir, todos los domingos y espero, además, que en colaboraciones mutuas os ofrezca todo lo que puede dar, que es mucho, creedme. El resto queda de vuestra mano.

Por cierto, espero que algún día Cesar Tezza comience a colgar todos los sábados alguna de sus inquietudes, estoy en ello. Es un flamante poeta, como podréis ver en mi artículo; la Vida, como poema. Espero haberos resuelto todo tipo de dudas. Ya no hay secretos, pero espero que disfrueís con lo que os ofrecemos Luis y yo.   

He habilitado un nuevo gadget para los que nos seguís desde fuera de España, que sois muchos, pero os mereceis un reconocimiento. Supongo que esto no hace mucho con los juegos de palabras, pero pretendo haceros más fácil el camino.

Un saludo; Andrés.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Del dicho, ¿al hecho?


Es obvio que la maldad no esta bien definida. Lo bueno y lo malo es condicionado por estímulos, personas, circunstancias y demás factores externos. Pocas veces recurrimos a la meditación para conocer la maldad y dejamos que brote esa primera intuición que tenemos, en la mayoría de los casos influida por las condiciones citadas anteriormente, o simplemente nos guiamos del parecer ajeno, que es más cómodo.

Con franqueza, llego a pensar que no nos importa lo más mínimo conocer la verdad. Actuamos de una forma cómoda hacia hechos y circunstancias, opinando arbitrariamente y dejándonos seducir por el impulso, que junto con la ignorancia, nos inclinan a opinar arbitrariamente. Hay que reconocer que es más fácil intuir, o hablar por hablar, que involucrarse con las afirmaciones emitidas.

Pero… ¿realmente existe la verdad?, o es un invento al servicio del poder y de la mayoría. Desde luego, la verdad hay que conocerla con todos los aspectos y detalles para obtener una idea global y lejana de la impresión.  

Decían algunos filósofos que solo conociendo la verdad podrás hablar de ella. En mi opinión, ellos cayeron víctimas de su propia verborrea, no llegando nunca a descifrar la verdad que postulaban, pues según se iban sucediendo, desbarataban los argumentos del anterior. Lo que debe ser entendido como que los filósofos, “la raza” más docta, fueron imbuidos por un falso conocimiento, que le llevó a emitir una teoría fundamentada en una impresión de la verdad universal, que no dejaba de ser la idea de “su verdad” particular.

Pero no es en esto en lo que quiero hacer hincapié. Yo, como un simple mortal más que vive en sociedad, que disfruta y padece, y que, en definitiva, está en el mundo, me doy cuenta de los muchos sucesos que acontecen. Sucesos, algunos de ellos, terribles, a los que nos enfrentamos con el arma de la impasibilidad, o todavía peor, somos capaces de transformar nuestra visión de lo horrible en cotidiano. Lo peor de todo es que buscamos justificación en las personas que, por su propio interés, nos han desvirtuado la realidad y nos presentan esta postura tan cómoda, ya sean pertenecientes a la clase política, religiosa, judicial o de cualquier otro sector acaparador del poder.

Somos unos necios que no queremos conocer la verdad porque duele y nos hace ver los ruines que podemos llegar a ser. Es más fácil dar carta blanca al villano, pues por ello recibe el nombre, y ponernos la venda en los ojos, y ya se sabe, ojos que no ven… En este punto estamos equivocados, no olvidemos que tan culpable es el que apunta como el que dispara, y si no hacemos cuanto esté en nuestra mano para evitar la maldad, podemos considerarnos partícipes de ella.  

Es por estas razones que cuestiono el conocimiento de la verdad, llamémoslo así, "mi venda en los ojos". Prefiero creer que somos unos ignorantes a unos desalmados. No quiero con esto dar mi alternativa a ello, y para no caer en mi propio juego, diré que mi verdad no se acopla, como es natural, a todo el mundo. Decir que en mis comentarios reside la verdad absoluta, sería caer en el error que quiero criticar.

La única solución, con base cognoscitiva, parte de que cada ser humano busque la verdad en el interior y encuentre su razón de ser. Indagemos en nuestro propio mal y conozcámosle. No nos quedemos impasibles cuando le oigamos bramar y, por supuesto, no le dejemos brotar por factores externos. Pongámonos a meditar y reflexionemos sobre ello.

Va siendo hora de tomar medidas, aunque solo sea para hacer real el tópico de dejar un mundo mejor a nuestros hijos. Quiero mostrar el mundo como lo ve un hombre normal y corriente, que tiene cierta curiosidad por la vida que le rodea y por los mecanismos de su funcionamiento.

Éste fue el último discurso que dio. Convenció con su verdad, que no con su mensaje. Consiguió hacer creer a todos que pensaban por propia iniciativa, pero lo hacían con su cabeza. De esta manera tan simple, aunque compleja, ganó las elecciones.

¡Luego que no digan que no les avisó!


martes, 20 de marzo de 2012

La cara de la cruz


-Existe un mundo de distancias infranqueables, que evitan al ser humano desembarazarse de ese armazón que se cuelga para protegerse. Somos frágiles, y no hay mayor aval a lo que estoy diciendo, que esa aptitud defensiva que mantenemos para eludir una posible agresión. Sin embargo, tiene el efecto de la espada de Damocles. Protegernos significa desconfiar, analizar demasiado y otros factores reflexivos que nos retraen, impidiendo que podamos disfrutar de las circunstancias como debiéramos.

Esto lo decía Flictio Caragón, un hábil orador de esos cuyas palabras matan, pues recaían sobre él quince condenas por asesinato. Pero como si no fuese la cosa con su persona y dándole poco crédito al asunto, se dedicaba a aleccionar al resto de reos, a la espera de que se ejecutara su sentencia. Será que no era consciente de la que le venía encima o que el esquizofrénico charlatán tenía esa envidiable virtud de poderle dar la espalda a la adversidad.

Lo cierto es que Flictio se había encumbrado como el paladín de la coherencia en un mundo incoherente, donde el sufrimiento era la tónica común. Sin recaer en la angustia de todas aquellas almas que esperaban garrote, se dedicó a dar consejo a aquel que ya no lo iba a necesitar.

Había ido desfilando casi todo el auditorio al patíbulo, cuando le tocó el turno a Flictio. Entonces, como si un halo de locura le poseyese, empezó a gritar su inocencia, intentando desembarazarse de los carceleros. Fueron necesarios cuatro guardias para reducirle y llevarle en volandas hacía su destino. Al pasar por una de las celdas pudo oír: ¡Pero hombre!, no me digas que te vas a cerrar al público ahora, recapacita, no sea que no disfrutes de las circunstancias.

Así termina esta absurda historia, como la vida misma.

lunes, 19 de marzo de 2012

Alfar Museo

El Alfar Museo se inauguró el 4 de noviembre de 1994. Impulsado por la incansable Concha Casado, la dirección del mismo recae en el Maestro alfarero Martín Cordero, al cual le sorprendió la muerte en septiembre del 2007. Es entonces cuando toma las riendas del Museo, el que hasta ahora había sido su pupilo, Jaime Argüello. La tradición alfarera se sigue manteniendo en su más pura esencia con Jaime, que amablemente cuenta con todo lujo de detalle todos los aspectos y utensilios que se utilizaron en la elaboración de las piezas de barro, desde el torno a pedal hasta el horno árabe de leña, -único de este tipo que sigue en funcionamiento en el mundo-, apunta Jaime.  

Jaime Argüello, con paciencia, relata todos los pasos que se siguen en la elaboración de las piezas. El barro traído de los barreros se extiende para ser secado y, posteriormente, se traslada a la toña, para evitar que se moje o humedezca. A continuación se lleva a la barrera y se humedece durante unas horas. Antaño la mujer era la encargada de sobar este barro con el fin de conseguir una pasta más homogénea que luego se amontonaba en las pellas y de ahí se extrae el bolo, la base de la futura pieza. Entre explicación y explicación, Jaime comenta que siempre tuvo el “hormiguillo” de la alfarería metido en el cuerpo. Fue pupilo del Maestro Martín Cordero tres años y medio, hasta su muerte.

El bolo se centra en el torno a pedal y se abre, se levanta y se le da tijera. Este paso es común en todas las piezas. Con un trozo de cuero se afina la pieza y se la da forma. Una vez terminada se lleva al chispero, donde ayudado por una estufa, se procede al primer proceso de secado que dura dos o tres días. Pasado este tiempo se culmina el proceso de secado al sol.

Una vez concluido el proceso de secado, las piezas se almacenan “casafuera”, hasta conseguir número apropiado para la hornada, esto depende del tamaño del horno, lo normal son unas 1.000 piezas. Antes de entrar en el horno se les daba un baño de alcohol de hoja o sulfuro de plomo, ahora prohibido por el alto contenido en este mineral. El sulfuro de plomo se mezclaba con el agua  y las ralillas o arcilla sobrante del torneado. Antiguamente estos terrones de sulfuro de plomo se traían de Jaén. Las piezas suelen ser decoradas con motivos muy sobrios, realizados con cal y agua, y pintados con una pluma de gallina.

Una vez realizados todos estos pasos la pieza está preparada para el horneado. El horno árabe tiene una plataforma o criba que contiene diez agujeros alrededor, tapados con tejas para evitar el calor directo, y otros tres agujeros en el centro donde van colocados los caños. Éstos, son tubos de barro superpuestos formando una chimenea y cuya misión es la de distribuir el calor a lo largo del horno. En el horno se echaba madera de urz o brezo y se atizaba durante diez u once horas hasta conseguir una temperatura de mil grados. El objeto resultante debe de tener una tara o defecto que recibe el nombre de pegadura, debido al efecto de apilar unas piezas encima de otras, también es tradicional el color verdoso de las mismas.

Cuentan que el arquitecto Antonio Gaudí vino con diecisiete moldes a Jiménez de Jamuz, para que le hicieran los ladrillos de las bóvedas del Palacio de Botines. 

El Museo Alfar es un centro de difusión cultural, ubicado en la población leonesa de Jimenez de Jamuz, sin actividad comercial, que recoge todos los aspectos de la elaboración de las piezas de barro, o "cacharros", tal y como se hacía hace siglos.

domingo, 18 de marzo de 2012

Un rapto de Helena (primitivo)

Hubo un tiempo, hoy glorioso, donde el desconocimiento, que no la ignorancia, se solventaba con enormes dosis de imaginación. Una creatividad que no dudaba en sobrepasar los límites de la supuesta veracidad científica para otorgar credibilidad a sus obras. Y así, cuando los datos no podían ser corroborados, las ausencias se cubrían con suposiciones y fabulaciones para intentar tejer relatos coherentes de tiempos ya pasados.

Paul Jamin participó en el Salón de París del año 1888 con su obra El rapto – Edad de Piedra (hoy en el Museo de Bellas Artes de Reims). Una realista imagen que trata de dar luz, de forma un tanto fantasiosa, a lo que se suponía una escena corriente – a la luz del número de veces representada por otros artistas- de la Prehistoria humana según se entendía a finales del XIX. Dos musculosos hombres luchan por una bella mujer desnuda que se resiste a su secuestrador. La violenta escena se encuadra en un bucólico paisaje montañoso.

Fuente: http://www.archive.org/stream/salonillustr00soci#page/n43/mode/2up
Los personajes que protagonizan la escena son dos hombres musculosos más relacionados con los modelos miguelangelescos que con nuestras actuales percepciones en torno al hombre primitivo. Mientras tanto, la mujer secuestrada luce toda su belleza femenina, más parecida a cualquiera de los modelos empleados durante siglos para representar la hermosura griega.

Un simple análisis formal de la obra nos remitirá a la formación académica de este pintor francés. Junto a otros artistas hizo de la Prehistoria un género pictórico. Sin embargo, fue incapaz de desprenderse de ese halo clasicista que impregnaba todo lo que salía de la Academia de Bellas Artes de Francia. La escena prehistórica, con toda la supuesta brutalidad que Jamin le imprime, se basa en las suposiciones derivadas de los hallazgos de la ciencia prehistórica. Todo ello aderezado convenientemente por la fantasiosa imaginación del artista y condimentado con su formación academicista. Más que una escena prehistórica, parece que asistimos a un rapto de Helena dentro de la más pura tradición clásica.

Uno de los aspectos más cruciales del cuadro está representado por el papel femenino. La mujer parece ser algo que pueda ser sometido a la esclavitud de una forma brutal, aceptando el designio establecido por el vencedor de la cruel contienda. Pero en definitiva, no es sólo la mujer de la “Edad de Piedra” la subyugada a la brutalidad del hombre. Es la mujer de todos los tiempos sometida al principio de dominación masculina mediante el empleo de la violencia.

Jamin trataba de pintar la Prehistoria. De hecho, es conocida su exactitud y la rigurosidad en sus métodos de trabajo. Sin embargo, y cómo bien recuerda Philippe Dagen en el catálogo científico de la exposición “Venus y Caín. Nacimiento y tribulaciones de la Prehistoria en el siglo XIX”, no es menos cierto que estos artistas no podían escapar de su propia sociedad. Y quizás, consciente o inconscientemente, sus cuadros, sus dibujos o sus ilustraciones, concebidas para mostrar al gran público la fascinación por una época tan distante y enigmática, no hacían más que mostrar a los espectadores como eran ellos mismos: violentos, salvajes, machistas, en definitiva, destructores.

Luis Pérez Armiño





sábado, 17 de marzo de 2012

El aliento del Leviatán


Muy Señores míos:

Es hoy, por ser un día igual que ayer, y sin embargo, con un ánima más presente en mí ser, que he decidido lanzar esta crítica que carece de originalidad, pues considero que son muchos los que opinan de esta manera. 

No entiendo la razón villana y la aptitud felona que han adoptado ustedes. Si no perciben el asunto que quiero transmitirles, no se preocupen, que les refresco el seso. Entiendan ustedes que es para mí un contratiempo sufrir los fallos que se producen en el producto contratado, derivados de la negligencia, porque en mi caso es negligencia y no fallo técnico, y por lo tanto incidendencias que me son ajenas. Pero, pacientemente, me alecciono en la compresión hacía la empresa que dirigen. Una imperturbabilidad que no tienen ustedes si alguno de sus sufridos clientes no les abona el recibo en los plazos convenidos. Pero está en mi raciocinio, aunque la frecuencia de mis desaciertos y su intensidad diste mucho de las molestias que ustedes causan, valorar el hecho de que todos podemos equivocarnos, hasta ahí bien.

Si hay un pequeño asunto que me produce cierta presión en el dídimo y su mellizo. La causa de tan molesta situación se halla en la tremenda incorrección de hacerme abonar la llamada que les hago para que me vengan a reparar la incidencia provocada por un fallo en técnico y por lo tanto en circunstancias extrañas a mi. Supongo que sea para evitar la saturación producida por las llamadas vacuas, o por el hecho de que elegancia y corporación se han divorciado hace tiempo, coqueteando éste último con la avaricia. Mi obtusa mente, por lo que veo muy obtusa, no llega a comprender la razón de tener que embolsarles una cantidad de dinero como pago a su negligencia e incompetencia. ¿Qué culpa tengo yo? ¡No lo entiendo!, ¡no Señor!

Disculpen si no les detallo donde pueden meterse sus 902, aunque sospecho que no querrán saberlo. Espero no haberles contrariado con mi humilde ruego. Sin más asunto, me despido.

Atentamente:

Cualquiera de sus usuarios.

viernes, 16 de marzo de 2012

Picos de Europa, morada del Señor


Foto extraida de la Wikipedia
Hoy, por variar un poco el tema, voy a hablar de uno de los lugares más singulares de la geografía española. Un paraje donde el descanso y la tranquilidad se han hecho arte. Donde el tiempo se paraliza, transformando todo el escenario en sagrada calma. Si existe ese lugar donde Dios, al séptimo día, se echo a descansar, no me cabe la menor duda que se llama Picos de Europa.

Foto extraida de la Wikipedia
 El transcurrir de pequeños riachuelos, vigorosos e incansables, ha modelado un paisaje inexpugnable, donde se muestra con descaro la obra que la Madre Naturaleza, siempre caprichosa, ha concebido en Picos de Europa. Los imponentes picos alternan cumbres desnudas por la erosión con frondosos mantos de vegetación, ofreciendo un espectáculo sublime y seductor que acaricia el sentido de la vista. Los caminos conducen a bosques inhóspitos y misteriosos de encinas, robles, hayas..., cuyas ramas se mecen suavemente, susurrantes, al compás de una brisa cándida y apaciguadora, orquestando una melodía que implora calma e invita a la relajación. Reconocido como Parque Nacional de Picos de Europa en 1918, tiene el honor de ser el primero que ostenta esta consideración dentro  del territorio nacional.

Foto extraida de la Wikipedia
Se funde con el paisaje una arquitectura popular fraguada en piedra y madera, de la que es buen exponente el hórreo, sencilla construcción destinada a almacenar excedentes agrícolas, convertido en el referente estructural de la zona. Son muchos los caminos y senderos que parten de los distintos caseríos hacía la aventura de descubrir estas tierras, hogar de corzos, urogallos, águilas, lobos y osos pardos.

La propia orografía es un reclamo para los amantes de la escalada, el alpinismo, el senderismo, el rafting, las rutas en bicicleta o a caballo. El entorno invita al sosiego, la paz y la comunión con la naturaleza, en un escenario único que no conoce el estrés, ni las prisas, todo tiene su tiempo, tan solo alterado por la propia presencia humana. Un hechizo envolvente atrapa al visitante, que no olvidará jamás el lugar donde confluyen las emociones, con el descanso y la diversión.

Foto extraida de la Wikipedia
A la hora de sentarse a la mesa, el buen gourmet es conocedor de una gastronomía fundamentada en la tradición, de elaboración casera y de influencia pastoril. El cordero, la ternera, el cabrito o la carne procedente de la caza adquieren un sabor con personalidad y único, ya sea por esa calidad suprema o por la dedicación con la que se procede a su elaboración. Dentro de este apartado hay que tener en cuenta a los productos obtenidos de la matanza, haciendo especial hincapié en los embutidos de la zona leonesa, alumbrados por un clima seco y frío, que confiere a chorizos, cecinas, lomos o morcillas, ese sabor tan característico. Los quesos de Cabrales y Valdeón ponen el colofón a una de las gastronomías más demandadas.

jueves, 15 de marzo de 2012

La despiadada hidra


Hoy he visto un reportaje que me ha hecho reflexionar sobre un tema de gran calado social y al que no se le da, por lo menos desde las instituciones, la importancia que se debiera. El reportaje en cuestión habla de un nuevo método de adelgazamiento basado en el Mango Africano. Parece ser que con este método se pierden unos doce kilos en un mes.

El reclamo que utilizaron fue una, menos que más, conocida reportera que presumía de escéptica ante el milagroso producto y que se prestaba como conejillo de indias, para descubrir el fraude. Una vez catado el producto, cambió de opinión, dando la razón a los fabricantes del mejunje. El resultado del Mango Africano, según atestigua, fue espectacular y a pesar de haberse quedado en los huesos, como ella misma aseguró, piensa seguir tomándolo. ¿Para qué, me pregunto yo? Conocen tan bien el poder de la desesperación del obeso que ni siquiera se esfuerzan en hacer creíble la mentira.

El Mango Africano te lo presentan como un producto increíble que te hace perder tejido adiposo a un ritmo cuatro veces mayor que haciendo dieta y ejercicio, en un mismo periodo de tiempo. Además, te aumenta la energía y potencia los aminoácidos. Es decir, si tú tomas Mango Africano y lo combinas con café, estimularás la pérdida de peso y aumentarás la energía, acelerarás el metabolismo y tu cuerpo quemará calorías con mayor eficiencia. ¡Vamos!, lo que necesita oír una chica de quince años, por poner un ejemplo, que está obsesionada con su peso.

No sé que quienes me parecen más crueles, los que jueguen con los traumas y complejos de la personas para enriquecerse, o aquellos que deben de perseguir y castigar el fraude y no hacen absolutamente nada por evitarlo. No soy dietista, pero puedo asegurar que no hay dieta milagrosa que no te dañe. Por gracia o desgracia, no hay mejor régimen que rebajar la cantidad de alimentos que consumimos, sobre todo los que contienen altas cantidades de grasas, y aumentar la actividad física. Es muy importante, en este proceso, tener fuerza de voluntad, paciencia y constancia, no hay más milagro.

Si aun así, te empeñas en hacer una dieta, por lo menos ponte en manos de un especialista. La mayoría de las dietas mágicas atentan contra la salud y en la mayoría de los casos no se consigue los resultados esperados, en otros muchos se acaba siendo víctima de nuestra propia obsesión. En la mejor de las previsiones habrás pagado la intemerata por un placebo.

Tenemos un grave problema en la sociedad con el canon de belleza, tan simple que, o eres delgado, o eres un marginal. Este problema no se ha atajado en su momento y ahora es difícil controlarlo, es más, los casos de anorexia y bulimia, cada vez con mayor frecuencia, se dan en edades más tempranas. ¿Tan difícil es que se vigilen las publicidades engañosas? 

Otro asunto, que mi mente no llega a entender, es la actitud de todos estos actores, artistas y demás gente famosa. Personas del ámbito público que ofrecen su tirón mediático por un puñado de euros, a cambio de anunciar productos mágicos. Me gustaría que, si se demuestra el fraude del producto que anuncian, se les aplique a ellos también, con todo rigor, la ley. Alguien debería de enseñarles que la dignidad no se vende y que infligen un cuantioso daño a un gran sector de la población, al prometerles que tal producto les dejará el cuerpo como el del anunciante. Aunque parezca un absurdo, hay muchas personas poseídas por su obsesión que solo escuchan lo que quieren oir, por descabellado que sea.


miércoles, 14 de marzo de 2012

Versa que te versa…


Ya no quedan guerreros
como los que allí luchaban,
no quedan aventuras,
ni épicas batallas

Una guerra por amor,
entre griegos fue librada,
intereses económicos,
tras esa pasión se ocultaban

La fértil y magna Troya
se bañó de sangre
los héroes luchaban
por inmortalizarse

La guerra es dura,
mas, en el pasado,
gracias a ella, muchos,
fueron recordados

Allí se glorificaron
Héctor, Aquiles, Odiseo,
Áyax, Diomedes, Paris,
además, de otros guerreros

Al final, mucha gloria,
pero como suele pasar,
centenares de difuntos
quedaron por evocar

Todos sueñan plácidamente,
custodiados por Morfeo,
conocieron a Caronte,
pero alguno cumplió su deseo

Versa que te versa,
así acabé versando,
en la guerra de Troya
y en héroes olvidados

martes, 13 de marzo de 2012

Madre, ¿qué te estamos haciendo?


Tú que nos abrazaste, nos acunaste, nos diste de comer cuando teníamos hambre, pero siempre enseñándonos lo duro de este regalo que nos hiciste, la vida. No quiero que pienses que nos revelamos contra ti, tan solo somos inconscientes. Hemos teñido de negro tu verde manto, hemos vestido de negro humo el aire que tanto necesitamos. Hoy lloras con tus ácidas lágrimas, te estremeces con nuestra obra macabra y como estamos a ti tan apegados, cuando tiemblas nosotros temblamos. Tus sacudidas son nuestras, también sufrimos y lloramos.

¿Cuánta maldad hemos vertido para que pierdas la fe en nosotros y nos envíes a Hades? ¿Cuántas lecciones habrás de darnos para que entendamos que no todo es nuestro y que no podemos apropiarnos de lo ajeno?

Te encerramos tras el Tártaro, ocupamos tus dominios, subyugamos al resto de tus vástagos  y laceramos tu obra. Madre, como decirte que seguimos siendo tus hijos, que lo hicimos en un acto de ignorancia y de estúpida vanidad. Con nuestro orgullo, con nuestras ansias de poder, hemos conseguido que reniegues de ese hedor a humano que te atenaza. Quítanos la venda de los ojos, si con ello nos curamos ¿Cómo pedirte que nos perdones, sin aprender de nuestros fallos? Yo te lo imploro, pues en el fondo de nuestro ser algún resquicio de bondad, permite albergar la esperanza.

Una madre solo arremete contra su hijo para proteger al resto de sus vástagos, aquellos a los que infligimos sufrimiento, tortura y vejación. Enséñanos Madre, estamos perdidos. Dinos como desprendernos de nuestra arrogancia, del ansia de poder y del materialismo exacerbado. Enséñanos a amar aquello que con ternura tú has amado.

 

lunes, 12 de marzo de 2012

Los tiempos cambian


Es curioso como los conceptos se desvirtúan o cambian de sentido. La pobreza, por ejemplo, es uno de estos conceptos que no quedan claros. Antes, por pobre se entendía a aquella persona que no tenía ni para comer. Como ejemplo, tenemos a esas pobres gentes que viven en el África subsahariana, sin el alimento necesario para pasar el día, ni agua, ni electricidad, ni ningún elemento destinado a hacer más confortable la existencia.

El concepto de pobreza se ha ampliado mucho. En España, por persona pobre consideramos a aquella que lo pasa mal para llegar a final de mes, que tiene unos ingresos  que se extinguen antes de percibir los siguientes. Pero, ¿no es un poco frívolo considerar a alguien que tiene un iPhone, ordenador, conexión a internet, un televisor de 41 pulgadas, etc., como pobre? ¿Puede resultar como una burla a aquellas personas que no tienen lo básico, un plato de comida, agua, ropa y un techo dónde cobijarse? A veces me da la impresión de que somos muy egoístas, quizás víctimas de una sociedad materialista que nos ha convertido en energúmenos.

Analizando esto, me doy cuenta que el pobre de España, el del iPhone y demás, es un afortunado. Come caliente, no duerme en un cajero automático, ni en el banco de un parque y seguro que si se liberara de los cargos económicos que cree indispensables, pero que no lo son, dejara de salir a tomar cañas y de comprar tecnología, tendría una economía más estable.

Nos debemos dar por satisfechos si tenemos lo básico para subsistir y llegado el momento podemos pagar el óbolo a Caronte.

sábado, 10 de marzo de 2012

Apropiaciones en torno a la dignidad


El hombre como fin, nunca como medio: una de las principales argumentaciones que define la dignidad humana. Este podría ser uno de los principios que concreta un concepto tan escurridizo, sensible y complejo. Una abstracción ética y filosófica, la dignidad, que pretende delimitarse como cualidad suprema que delimita la preeminencia de la especie humana por encima de cualquier otra.

Es esta complejidad del concepto, y esencialmente ser producto del desarrollo del pensamiento humano, el que hace que la dignidad haya que entenderla de acuerdo a una evolución cronológica.

La dignidad venía determinada por distintos condicionantes sujetos a factores culturales. Por ejemplo, durante la Edad Media, el sistema social imperante definía distintos grados de dignidad atendiendo al estamento que la persona ocupase; sin embargo, por otra parte se concebía una dignidad propia al ser humano merecida por haber sido creado a imagen y semejanza de Dios, con unas cualidades superiores que le diferenciaban de otras especies animales.

El pensamiento moderno, concretado posteriormente en la Revolución francesa, elaboró el concepto más actual de dignidad, al entenderlo como una cualidad intrínseca e igual para todos los hombres. Se iniciaba así un proceso de democratización del concepto que encontraría su culmen en la proclamación de los Derechos Universales del Hombre. En nuestro ámbito, por ejemplo, la dignidad es uno de los fundamentos sobre los que descansa el orden político y la paz social del Estado de Derecho (Art. 10 de la Constitución Española).

Este proceso de normalización jurídica y ética supuso que la dignidad fuese asimilada a una serie de aspectos prácticos. Es algo muy característico de nuestro tiempo, en el que el uso del apelativo digno se ha materializado de una forma abrumadora. Hablamos de “salarios dignos”, de “viviendas dignas” o de “trabajos dignos”. Esta materialización de un principio inherente y supremo del ser humano ha ido pareja a su valorización en términos estrictamente económicos. La dignidad se ha transformado, pasando de ser una cualidad esencial de la especie humana a ser un término cuantificable y sujeto a las leyes propias del mercado. Quizá sea interesante advertir que este proceso es paralelo a la consideración del ser humano no ya como fin, sino como simple medio; de persona a objeto a precio de coste.

Este proceso puede deberse, aunque sea aventurado afirmarlo, a que las élites han vuelto a apropiarse de un concepto tan fundamental como el de dignidad. Estas élites contemporáneas, las del mercado y las finanzas, han puesto precio a la dignidad y la han sacado al mercado de valores a la espera del mejor postor, convirtiéndola en una mercancía cualquiera sujeta a la ley de la oferta y la demanda. Quizás, ahora esté en nuestras manos recuperar la dignidad, volver a reconsiderarla recuperando aquellos principios fundamentales que la ampararon como principio básico que fundamentaba el respeto a todos los seres humanos en condiciones de igualdad, justicia y respeto.

Luis Pérez Armiño 


Somos unos cachondos


Se acerca la Semana Santa y con ella una de las celebraciones más paganas que tenemos por estos lugares, el culto a Genarín. Esta tradición aglutina a miles de personas, atraídas por el exuberante festejo. La expectación que congrega este acto, celebrado el día de jueves Santo, sino eclipsar, logra hacer sombra a las procesiones de la ciudad y eso que León tiene unas procesiones impresionantes.

Muchos se preguntarán, o no, ¿quién demonios es Genarin? Bueno, pues Genarin era un conocido borracho, putero y pellejero de profesión, que vivía en la ciudad de León, allá por los años veinte del siglo pasado. La suerte o desgracia quiso que tal pintoresco personaje fuese atropellado por el primer camión de la basura, mientras hacía sus necesidades. Desde entonces, un grupo de cuatro personas, denominado Evangelistas, decidieron mantener viva la memoria de Genaro.

La procesión recorre las calles del casco histórico de la ciudad que solía frecuentar Genarin, para terminar al pie de la muralla medieval, lugar donde fue atropellado. Allí se le hacen los honores, y un asignado, denominado Hermano Trepador, escalará la muralla para dejar la ofrenda de queso, pan, naranjas, una corona de laurel y una botella de orujo. No hace falta decir que el alcohol, preferiblemente orujo, es el protagonista, junto al malogrado Genarín, de la fiesta.

Aquellos que os queráis pasar por León en Semana Santa aconsejo que no os perdais las procesiones religiosas de la ciudad, pero también os animo a acudir al Entierro de Genarín. Allí encontrareis una celebración ante todo original, frívola para algunos, divertida para otros. Lo cierto es que es digna de ver. Para muchos es un insulto y una falta de respeto, nadie queda obligado, con no ir problema solucionado.

viernes, 9 de marzo de 2012

Sueños imperiales


Al final de su reinado, Felipe II (1556 – 1598) ordenaba la elaboración del Libro de Retratos de los Reyes del Alcázar. Editado en 1594, pretendía reflejar la decoración del Salón Real del palacio - fortaleza segoviano con los retratos de más de cincuenta monarcas que habían gobernado sobre los distintos reinos hispanos desde los tiempos de don Pelayo, allá por el siglo VIII. Entre los retratados, Alfonso VII (1105 – 1157), rey de León y “Emperador de toda España”, venerable hombre de pelo y barba encanecidos que sujeta de forma descuidada una espada, parece esquivar con su mirada al espectador.

Puede que no quisiera ver la caída de su magna obra, su poder resquebrajado y perdido en el tiempo, sus antiguos reinos de nuevo divididos entre sus dos hijos: León para Fernando II y Castilla para Sancho III. Era lo que había dispuesto para cuando sucediese su muerte. Acontecimiento que tuvo lugar en 1157, huyendo del enemigo infiel después de haber sometido prácticamente a toda la península Ibérica bajo su poder.

Puede que su mirada recelosa estuviese retrocediendo la vista hasta sus años infantiles, cuando su madre, la famosa doña Urraca, le implicó en los complicados vericuetos de las políticas dinásticas y familiares que entretejían las cuestiones sucesorias en las todavía recientes monarquías cristianas hispánicas. En 1126, con 21 años, era proclamado rey de León en la catedral de la ciudad, e iniciaba su política expansionista, esta vez a costa de los territorios castellanos y de los aragoneses de su padrastro, Alfonso I, rey de Aragón, el Batallador. Sólo tras la muerte de éste, los complicados sistemas de vasallajes permitieron que Alfonso VII pudiese controlar estos territorios, aunque fuese nominalmente.

Su supremacía en toda la península Ibérica le llevó a la coronación como “Imperator totius Hispaniae”, de nuevo en la catedral leonesa, allá por el año 1135. Se retomaba aquella vieja idea imperial de España, la del rey asturiano Alfonso III el Magno (866 – 912), que intentaba entroncar a los reconquistadores astures y leoneses con la antigua monarquía visigoda, legitimando el derecho de reconquista y la primacía de la monarquía leonesa sobre el resto de las peninsulares. Sólo entonces Alfonso VII fijó su mirada en el sur, hacia el territorio que controlaba el ya débil Imperio de los almorávides. Fue esta debilidad la que permitió a Alfonso ampliar notablemente las fronteras de sus posesiones. Aunque muchas de estas conquistas no fueran más que ocupaciones temporales.

También es posible, que alejando su mirada, Alfonso quisiera olvidar sus últimos años de reinado. Cuando huye de forma apresurada de Almería, una de sus conquistas más efímeras frente al infiel musulmán. Ni siquiera el “Imperator totius Hispaniae” podía hacer frente al salvaje fanatismo almohade. No puede más que resultar irónico que un hombre como Alfonso VII, que había regido los destinos del vasto Imperio hispánico, muriese durante la retirada de Almería en 1157. De hecho, no puede ser más que desoladora la imagen del emperador trasladado hasta Toledo, por no poder llegar a León, donde sus restos descansarán para siempre, sujetos al continuo vaivén de las interminables obras de la Catedral toledana.   


Adefonsi Imperatoris. La coronación

Cuentan las crónicas que en el siglo XII, la supremacía del reino leonés alcanzaba su punto álgido. Habían logrado la hegemonía en la Península Ibérica y tan solo quedaba refrendar este logro. Para ello se hacía necesario ceñirse la corona imperial, es decir, recibir el vasallaje del resto de monarcas peninsulares.

Alfonso VI ya se intitulaba como emperador de Toledo, dejando claro con ello su preeminencia en la Península. También utilizó el título de Imperator Totius Hispaniae, emperador de toda España, en un acto de fuerza sobre el resto de monarcas. Sin embargo, y a pesar de la hegemonía leonesa, no llegó a ser coronado.

El sueño imperial se alcanzaría con la figura del nieto de Alfonso VI, Alfonso VII. La preponderancia del reino de León y Castilla era indiscutible y había llegado la hora de ser reconocida esa posición. Alfonso VII había conseguido el vasallaje del resto monarcas peninsulares, lo que le permitía, por derecho, ceñirse el cetro imperial.

En el día de Pentecostés de 1135, como recoge la crónica de Alfonso VII, se celebró un concilio para tal fin. En la iglesia de Santa Marina, se reúnen arzobispos, obispos y abades, nobles y plebeyos y, en definitiva, todo el pueblo, para rendir pleitesía al emperador. Alfonso VII vestía una impresionante capa adornada con la mejor artesanía, una corona de oro y piedras preciosas y el cetro. Acompañado por el rey García, a su derecha, y por el obispo de León, Arriano, a su izquierda, y seguido de toda la comitiva de obispos y abades, fue conducido ante el altar. Tras ser bendecido, se ofició la misa. El ya emperador, Alfonso VII, mandó celebrar un gran convite y ordenó dar donativos a obispos y abades y repartir vestidos y alimentos entre los más desfavorecidos.

Alfonso VII había obtenido el vasallaje del resto de reyes y nobles, alcanzado su sueño de coronarse emperador. Entre los notables que rindieron pleitesía al monarca leonés se encontraban García Ramírez de Navarra, Ramón Berenguer IV de Barcelona, señor consorte de Aragón, sus primos Alfonso Jordán de Tolosa y Alfonso Henriques de Portugal, el rey de los musulmanes Zafadola,  Armegol de Urgel y varios condes y duques del mediodía francés.

El título imperial hay que entenderlo como algo efímero, que no pudo ser mantenido por mucho tiempo. Poco después de la coronación, Alfonso Henriques de Portugal ofrece al Papa el juramento vasallático que antes había ofrecido a Alfonso VII.  Con la muerte del emperador, en el año 1157, una nueva división de León y Castilla, entre sus dos primogénitos, termina con la idea imperial. Habrá que esperar hasta el año de 1230 para que ambas coronas se vuelvan a unificarse, pero será Castilla, a partir de este momento, quien lleve la iniciativa.

Luis Pérez Armiño y Andrés Calzada

jueves, 8 de marzo de 2012

Se fueron los sueños


Ya pasó la resaca de los años de bonanza, esos años simulados, que nos hicieron pensar que éramos una potencia. Pero no se puede ser potencia tirando ladrillos, ladrillos que comprábamos al usurero banquero. Tarde nos dimos cuenta que aquello que con rapidez sube, con la misma velocidad desciende. Por mucho que se empeñen en hacernos creer lo contrario, hemos retrocedido más de diez años. En todo no, porque como sigamos así, en educación y sanidad volveremos a los años cuarenta.

España agoniza, es una realidad, pero lo peor de todo, es la esperanza que albergamos en la recuperación. Mas lo cierto, es que por brote verde, no queda más que los hierbajos que nacen en los desolados edificios a medio construir. Hemos tocado fondo y es por ello que ahora solo construimos húmedos y lánguidos sótanos.

Agradezcamos, pues, a Aznar, la herencia que nos ha dejado de españoles albañiles, que no tienen estudios, ni posibilidad de encontrar trabajo. Porque fue así como “levantó” España, a golpe de paleta. Consiguió que subiera el precio de los pisos hasta cotas inalcanzables, para favorecer el empleo, y, ahora, ni pisos, ni empleos. Esperemos que el señor Aznar, en una de esas conferencias millonarias que suele dar, se acuerde de decir sinceramente lo que hizo en España. Incluida, a ver si le entra un arrebato de sinceridad, la verdad sobre su jueguecito de cruzados. Y que "este personajillo" se dedique a ir dando lecciones de como se han de hacer las cosas...

También agradezcamos a Zapatero su política de subirse al tren de la insana vorágine económica, eso se llama arrojo socialista. Pobre hombre, le decía a Sarkozy que íbamos a adelantar a Francia económicamente, y lo decía en serio. Luego le vino todo encima, y ahí pudo demostrarnos las excelentes dotes de presidente que tenía. A éste, poco más que su incompetencia se le puede atribuir.

Por último, no quiero restarle protagonismo a nuestro nuevo presidente, Mariano Rajoy. Gracias por ahogar del todo la economía, por hacernos pagar los errores de otros, por iniciar una política que nos sumirá en la mayor de las desesperaciones, por seguir destrozando hogares, etc., etc., etc. Bien empieza usted D. Mariano, parece que está dispuesto a superar los retos que le han puesto.

Gracias a los tres por ganarse, tan a conciencia, el sueldo que se os ha pagado, se os está pagando y, si no nos aniquiláis a todos por hambruna, se os pagará. Se acabó el Idiazábal, supongo que el bocadillo de quesitos también está muy rico. El paté de bote, si le echas imaginación, no tiene nada que envidiar al mi cuit. Los españoles nos hemos encontrado con nuestra triste realidad, un país mal gestionado, sostenido sobre una economía fantasma y con una incapacidad de afrontar el problema recalcitrante. Hoy toca reconocer lo evidente, somos pobres. Quisimos codearnos con los más grandes y ahora remendamos las coderas.

Bueno… pues esto es todo por hoy. Por lo menos alguno se consuela pensando que España ganó el mundial de fútbol, yo personalmente no.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Hoy tampoco


En el fragor de la noche,
empachado de alcohol,
un alocado mancebo,
buscaba un poco de amor

Con más bragueta que pensar,
acechaba a esa doncella,
con la que pudiese pernoctar

Con los morros caídos
y ojos a medio cerrar,
explotaba “su encanto”,
con increíble necedad

Pasaban las horas
aumentaba la embriaguez,
nuestro amigo sucumbía
ante la estupidez

Si rumbo, y con la elegancia perdida,
no importando quién pudiera ser,
acosaba a todo aquello que se movía

No era feo nuestro amigo,
pero su etílica ansiedad,
espantaba a guapas y feas
y a cualquier ser vivo del local

Cuanto más desesperaba
nuestro “joven actor”,
más se precipitaba
en la actuación

Desinhibido y con el “calentón”
se insinuó a otro mancebo,
quiero pensar que por error

Con los primeros rayos del día
pasó, lo que había de pasar,
con el rabo entre las piernas,
nuestro amigo se echó a andar

Caminó hacía su hogar,
a amarse a si mismo,
lo que venía siendo,
de toda la vida, su especialidad

No desesperes, que la siguiente es la tuya

martes, 6 de marzo de 2012

Esperanza, ¿dónde te has ido?


Vivimos en un mundo irreal, ilícito y sin sentido alguno. Nos hablan de estado de bienestar, avances sociales, de libertades y demás tonterías orientadas a reconfortar la oreja. Sin embargo, la realidad que yo percibo dista mucho de la que me cuentan. Si bien es cierto que tenemos una sanidad financiada y una educación pública, también lo es, que cuando vienen “mal dadas” es en lo primero que recortan. Por lo que tengo entendido haciéndole pagar el IBI a la Iglesia, recortando en defensa, suprimiendo las obsoletas diputaciones o persiguiendo con firmeza el fraude fiscal, lograríamos reducir ampliamente el déficit.

Todo está orientado hacia la máquina económica, y se evita, por todos los medios, perjudicar cualquier aspecto relacionado con el mundo financiero. Esto les permite a los banqueros actuar con una impunidad impropia de un estado democrático. En ningún momento he oído hablar de  rescates, por parte del Gobierno, a particulares, pero si se rescata a las entidades financieras. Lo peor de todo es que han estafado y engañado con productos financieros a gran parte de sus clientes. Muchas personas han perdido sus ahorros por el engaño, la mala información y la actuación a mala fe de los trabajadores de las entidades financieras. “Esto sí es prevaricación”. Si tienen un ápice de ética, que no lo tienen, se deberían de dar cuenta lo mucho que cuesta a la gente ganar el dinero y la ruina que han provocado en muchas familias. Pero en lugar de eso, se aprovechan de que el Gobierno premia a los villanos.

En este momento, si te despiden, con la nueva reforma laboral, te vas con una mano delante y otra atrás, tendrás que trabajar para cobrar el paro, quitándole el puesto a uno que está a punto de ser embargado, y cuando te quedes sin cotización, porque te quedarás antes de encontrar trabajo, te darán, eso si te los dan, cuatrocientos miserables euros otros seis meses, como si fuese un regalo increíble. Luego que Dios te pille confesado. ¿Por qué salvamos a los bancos y no a las personas?

Vamos a ver esto mismo desde la perspectiva que impera entre los que más tienen. Un político puede ostentar tantos cargos, con sus respectivos sueldos, como se le antoje. El ciudadano de a pie no puede tener más de un empleo. ¿Y por qué se les paga tanto si pueden llegar a ocupar once puestos? Eso quiere decir que no deben trabajar tanto en relación a lo que cobran, puesto que tienen tiempo de sobra para ejercer once cargos, irse de comidas, de celebraciones y hacerse las fotos de rigor. Encima con cotizar siete años es suficiente para que le quede una pensión íntegra.

Si trabajas como directivo de una entidad financiera, al dejar el cargo tienes una indemnización desorbitada, la vida solucionada económicamente, y todo ello en pago a una gestión, que en la mayoría de los casos se ha hecho mal y con el dinero de los clientes, aquellos a los que les están quitando la vivienda y destrozándoles la vida. ¿Por qué se permite esto? ¿Qué derecho tiene esta gente a burlarse de todos nosotros? Ellos son los culpables de esta situación y encima les recompensamos.

A veces me dan ganas de rescatar algún concepto, ya olvidado, de los que se perdieron trás los años 60.